La piña es rica en contenido de agua y aporta diferentes tipos de hidratos de carbono, al igual que una enzima llamada bromelina; ésta es muy útil para la circulación, la digestión de diversas proteínas, y la eliminación del dolor articular, además de funcionar como antiinflamatorio. Por otra parte, su valor calórico es moderado y provee vitaminas A, B1, B2, B6, B3 y C, al igual que potasio, magnesio, yodo, azufre, fósforo, cloro, hierro, calcio y sodio. La vitamina C adquiere especial importancia para: la estructura ósea y dental, la formación de glóbulos rojos y la absorción del hierro, también colabora con la prevención de todo tipo de infecciones y propicia la formación de colágeno. En tanto, el magnesio previene la aparición de osteoporosis y contribuye con la estabilización del calcio. Por su parte, el yodo consiste en un elemento fundamental para la regulación del metabolismo a través de la glándula tiroidea. En cuanto al potasio, este mineral propicia que el sistema nervioso se mantenga estable; asimismo, es esencial para la transmisión y generación del impulso nervioso y la actividad muscular normal.
Beneficios para el cuerpo
SUAT te propone que incorpores esta fruta en la dieta familiar. Con el fin de detectar cuándo se encuentra madura, hay que fijarse si las puntas de sus hojas presentan color anaranjado porque esto significará que ya está lista para ser consumida.
Lic. Magela Mallada
Nutricionista de SUAT