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20.02.2013

Consejos médicos

Tránsito lento

Se caracteriza por un retardo del paso de la materia fecal por el colon y radica en deposiciones escasas o difíciles de expulsar. No existe una frecuencia de evacuación ideal general -es decir, para todas las personas en su conjunto- porque cada organismo posee la suya; pueden ser tres veces diarias o hasta tres o cuatro por semana. Lo importante es identificar cómo es la evacuación: si es dolorosa, con dificultad o si se suma una sensación de evacuación incompleta. Asimismo, cabe tener presente que los principales síntomas de la constipación suelen ser la distensión y la pesadez; estos dos factores, habitualmente, inciden a nivel emocional porque el individuo experimenta irritabilidad, mal humor y hasta angustia. Por lo general, el origen de estos síntomas es funcional -debido a cierta alteración orgánica- y esto conlleva a que la consulta con el gastroenterólogo sea primordial para lograr identificar la causa en cada caso particular y adecuar el tratamiento. Cuando el origen es funcional, puede responder a una suma de componentes relacionados con el estilo de vida y la alimentación; las largas jornadas laborales y el ritmo de trabajo genera que no se dedique el tiempo necesario para la alimentación ni la evacuación. Es frecuente encontrar personas que no registran lo que comieron ese día y tampoco si evacuaron el intestino; esto provoca, en mayor o menor medida, una alteración en el tránsito intestinal. Por lo tanto, la alimentación juega un papel central y es un punto clave para el tratamiento de esta problemática. Es necesario incorporar hábitos saludables que favorezcan la regularización del tránsito intestinal. Al mismo tiempo, es elemental mencionar otros factores que también influyen, tales como: el sedentarismo, el sobrepeso y la ingesta crónica de laxantes o algunos medicamentos.

Recomendaciones para evitar este problema

Existen determinados consejos que ayudan a erradicar el tránsito lento y son los que aparecen a continuación:

  • Generar un adecuado hábito evacuatorio: Buscar la situación apropiada y para eso se sugiere dedicar unos minutos luego del desayuno o almuerzo, ya que se trata del momento en el cual se estimula con mayor intensidad el reflejo gastrocólico -es el que ayuda a la evacuación-.
  • Hay que ingerir, por lo menos, dos litros diarios de líquidos. De esta forma, se logra la hidratación conveniente del bolo y se facilita su paso a través del intestino. Lo mejor es seleccionar líquidos fríos porque esta temperatura actúa como un estímulo del tránsito intestinal.
  • Realizar una dieta rica en fibras.
  • Hacer actividad física periódica: El ejercicio llevado a cabo de manera regular ayuda a estimular el tránsito intestinal.
  • Evitar el uso de laxantes sin indicación médica: El intestino se habitúa a un estímulo externo para movilizar la materia fecal y cuando se deja de consumir este fármaco, el colon no realiza su función adecuadamente y empeora la constipación.
  • Tener presente que el uso diario de ciertos medicamentos puede provocar estreñimiento. Por esta razón, hay que consultar con un médico.
  • Dieta rica en fibras

    Las fibras se constituyen como componentes de algunos alimentos que no pueden ser digeridos por el organismo; esto genera que pasen casi sin alterarse a lo largo del intestino y estimulen su tránsito al aumentar el volumen del bolo. Para que eso suceda hace falta consumir entre 25 y 35 gr. diarios de fibra; la forma idónea de hacerlo es incluyendo en la alimentación habitual una vasta variedad de frutas y vegetales, como también sustituir los cereales refinados -pan blanco, galletitas, arroz y fideos, entre otros- por sus versiones integrales e incorporar legumbres en el menú cotidiano. Los productos adicionados con fibra pueden resultar un buen complemento.

    Un punto a destacar es que la incorporación a la dieta debe realizarse paulatinamente para que el intestino se vaya adaptando a este nuevo estímulo y, de esta manera, evitar posibles efectos negativos -distensión abdominal y gases-. Las personas que presentan acidez o reflujo gastroesofágico necesitan ser más cuidadosas con la ingesta de fibras, ya que pueden agravar esta sintomatología.

    SUAT te informa que es prioritaria la consulta con el nutricionista para seleccionar las fuentes de fibras más beneficiosas según el organismo del paciente. Ten presente que el tránsito lento no debe formar parte de tu vida diaria y que existen distintas maneras de evitarlo.

    Lic. Magela Mallada

    Nutricionista de SUAT

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