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14.09.2012

Consejos médicos

Pie bot

Se trata de una anomalía congénita que también se la denomina como pie zambo. Está presente en el momento del nacimiento y es de causa desconocida. Si bien lo más notorio es la posición anómala del pie -generalmente "torneado" de tal forma que la planta mira hacia adentro-, se asocian otros trastornos a nivel de la pierna del mismo lado -acortamiento de tendones y músculos que se fijan en el pie-. Al mismo tiempo, en estos niños se observa: menor desarrollo muscular de la pantorrilla de la extremidad afectada, huesos rotados y la totalidad del miembro puede estar levemente retraído. El otro trastorno congénito que puede aparecer en compañía de pie bot es la espina bífida -fallo en el cierre del canal medular-.

La afectación es variable y va desde los casos leves -son la mayoría y de difícil percepción- hasta las malformaciones evidentes a simple vista. Un dato importante es que suele ser más frecuente en varones y se da de manera bilateral -es decir, en los dos pies- en casi el 50% de estas situaciones. Además, cabe mencionar que las posibilidades de que un hermano del niño afectado nazca con pie bot son mayores que en la población general; esta realidad se agudiza si alguno de los padres padeció pie bot en la infancia.

En las circunstancias más graves, sobre todo cuando es bilateral, el diagnóstico puede hacerse por ecografía intraútero. De todas maneras, no existe ningún tratamiento prenatal hasta el día de hoy. Por otra parte, es fundamental aclarar que estas alteraciones no provocan dolor y que, además, no se conoce la causa; lo cierto es que el único factor de riesgo identificado es el tabaquismo materno -hay mayor incidencia en hijos de madres que fuman en el embarazo-.

Diagnóstico y evolución

Habitualmente, el diagnóstico se realiza al nacer y las afecciones menos notorias pueden hacerse evidentes una o dos semanas después. En ciertas oportunidades, se confunde con otra malposición habitual: los pies calcáneo valgos -es transitoria y se debe al apoyo mantenido del pie del feto contra la pared del útero-. Cuando se da este particular panorama el pie está en dorsiflexión marcada -quiere decir que el dorso se acerca a la pierna- y los dedos están desviados hacia fuera. La buena noticia es que la mayoría de las veces desaparece al sexto mes de vida.

En cuanto a la evolución, si el pie bot no se trata da como resultado trastornos al momento de empezar a caminar. La marcha no es normal, ya que se hace con el pie de punta y sobre su lado externo. Por ende, el crecimiento y desarrollo del pie, la pantorrilla, músculos y tendones está comprometido. Otro punto que también posee gran trascendencia es el factor estético.

Tratamiento

Se desprende de lo planteado anteriormente porque la importancia radica en un diagnóstico oportuno y, ergo, un tratamiento precoz. De esta manera, se obtendrá una buena evolución. El pediatra que identifique el problema derivará al bebé, inmediatamente, a un ortopedista para iniciar el tratamiento; también puede indicarse una radiografía del pie para una valoración más fina.

Por lo general, se usan dos sistemas que se aplican solos o combinados:

1) Método Ponseti: Se manipula el pie hasta ponerlo en una posición normal o cercana a ella y se le coloca una férula. Cada semana se repite el procedimiento. Una vez logrado el realineamiento del pie se usan determinadas prótesis -especialmente durante la noche- y, más adelante, un calzado especial.

2) El método francés: Similar al anterior. Se realiza un alineamiento manual y se mantiene la posición con leucoplasto o una cinta parecida. El cambio es diario en el correr de los primeros dos meses y luego se hace tres veces por semana hasta los seis meses del pequeño. Es preciso mencionar que pueden asociarse férulas nocturnas.

Cuando el pie bot es muy severo y no responde al tratamiento en los tres primeros meses de vida se plantea el tratamiento quirúrgico; éste comprende la corrección del largo de los tendones y músculos para permitir alinear el pie y se emplea en la minoría de los casos.

Es clave aclarar que, aún con estos tratamientos, el pie bot puede que no se corrija totalmente. A pesar de esto, la gran mayoría de los niños con este problema usan zapatos comunes y tienen una actividad física normal.

SUAT te recomienda que consultes precozmente con tu pediatra ante cualquier duda sobre el aspecto o la posición de los pies de tu bebé. Cuanto antes se haga un diagnóstico y se inicie el tratamiento -si es necesario-, mejor será el pronóstico.

Dr. Rafael Decuadro

Pediatra de SUAT

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