Información de interés


17.08.2012

Consejos médicos

Problemas genitales en Pediatría (2)

En una edición anterior se hizo mención sobre los problemas genitales más comunes en Pediatría relacionados a los varones. En esta oportunidad, se continuará haciendo foco en otros problemas que afectan a los chicos de sexo masculino.

Criptorquidia

Los testículos se desarrollan normalmente en la cavidad abdominal del feto y a medida que transcurren las semanas, antes del nacimiento, descienden y quedan alojados definitivamente en las bolsas -esto se da luego de los siete meses de gestación-. Esa ubicación no es casual: para que los testículos funcionen adecuadamente deben estar a una temperatura diferente a la del resto del cuerpo -habitualmente entre tres y cinco grados menos-.

El término criptorquidia, proveniente del griego criptos (oculto) y orquis (testículo), se aplica en los casos en que un testículo -y con menor frecuencia los dos- no se encuentra en la bolsa o escroto correspondiente. Esta anomalía afecta a entre el 1 y 2% de los niños y es más alta la frecuencia en los pequeños nacidos prematuramente.

Se trata de una condición congénita; es decir, está presente desde el nacimiento. Asimismo, cabe mencionar que se ignora la causa de la falla en el descenso de los testículos. Esta afección no provoca síntomas; incluso, muchas veces los padres se dan cuenta del problema al notar que una de las bolsas parece estar vacía permanentemente -siendo esto cierto-. Es necesario recalcar este punto porque, en algunos casos, sucede que por un reflejo normal durante el llanto o al exponer al niño al frío -al cambiarlo, por ejemplo- los testículos se retraen y la bolsa aparece vacía. Es suficiente con la simple acción de calmarlo, calentar el ambiente o un suave masaje para que desciendan nuevamente a su lugar habitual; a esto se le denomina testículo retráctil o en ascensor y no constituye una anomalía.

Dentro de las consecuencias que tiene el no descenso testicular se encuentra que la mayor temperatura a nivel corporal, en relación al escroto, determinará que los testículos no produzcan espermatozoides. Si se trata de un solo testículo el restante puede suplirlo, pero si ambos están en posición anómala, entonces la esterilidad es casi la norma. También se da que, en los testículos no descendidos, es mayor la frecuencia de desarrollo de tumores en la adolescencia y edad adulta. Por lo tanto, es elemental realizar un diagnóstico y seguimiento en forma precoz para tratar esta condición lo antes posible.

En el 99% de los casos el diagnóstico se establece en el primer o segundo control del bebé. En el 20% de estas situaciones los testículos "descenderán" en los siguientes dos o tres meses y de manera espontánea. En los casos en que no suceda, se deberá recurrir a un tratamiento quirúrgico -orquidopexia- que consiste en descender y fijar el testículo en la bolsa correspondiente. Casi siempre es una intervención sencilla y sin complicaciones y tiene lugar antes de los seis meses de vida.

Cuadros agudos de bolsas

Se denominan así a los procesos de inicio agudo que involucran a las bolsas y/o su contenido. Obedecen a distintas causas que van desde traumatismos e infecciones hasta picaduras de insectos, entre otras. Los que poseen mayor gravedad potencial son: la torsión testicular, las orquiepididimitis y algunos traumatismos. Por ese motivo, será fundamental explicarlos individualmente.

  • Torsión testicular: Se denomina así a un fenómeno mecánico el cual hace que el testículo comprometa al flujo sanguíneo que lo nutre, pudiendo llegar a la necrosis y pérdida del órgano. Por causas que se desconocen, el testículo gira sobre su eje y se "tornea" el cordón espermático mediante el cual llegan las arterias y salen las venas de éste. La compresión de los vasos puede producir, si pasa el tiempo y no se soluciona el proceso, que el testículo se necrose y pierda sus funciones de manera definitiva. Consiste en un cuadro muy agudo y sintomático: en un niño o adolescente el dolor es intenso, a nivel de uno de los testículos, y de inicio brusco. El dolor puede irradiar hacia la parte inferior del abdomen y, como consecuencia, generar la aparición de vómitos. Del lado afectado se nota cierta hinchazón y progresivo enrojecimiento. De esta forma, la misma brusquedad del inicio y lo doloroso del cuadro hacen que la consulta sea precoz. El diagnóstico se lleva a cabo al examinar el testículo y puede confirmarse por ecografía. El tratamiento es quirúrgico y de mucha urgencia: en determinadas oportunidades son suficientes pocas horas para que la afectación del testículo sea irreversible.
  • Traumatismos: Por la ubicación relativamente expuesta de los genitales es usual que los niños sufran traumatismos a ese nivel. Los juegos entre varones, muchas veces bruscos, y los deportes de contacto dan cuenta de la alta frecuencia de los traumatismos genitales. Las lesiones varían desde laceraciones de gravedad variable -mordedura de perro, por ejemplo- a pequeños o grandes hematomas -puntapié y pelotazo, entre otros-. Afortunadamente, las lesiones leves son las que más se presentan y lo que se requiere es reposo, bolsa de hielo y algún analgésico. Cuando se presentan heridas abiertas o hematomas grandes y tensos será necesaria la valoración de un cirujano o urólogo para la eventual reparación de los daños ocasionados.
  • Orquiepididimitis: Consiste en la inflamación del testículo y el epidídimo -órgano anexo- y es de causa infecciosa. En los niños pequeños es poco frecuente y la mayoría de las veces responde a un origen viral: en las paperas -ahora menos usual debido a la vacuna- se puede ver afectado uno o ambos testículos. En niños mayores y adolescentes se da paso a algunas bacterias y también se presentan las enfermedades de transmisión sexual. Los síntomas son los siguientes: dolor -de inicio y progresión menos aguda que en la torsión-, hinchazón y enrojecimiento del escroto. Si hay sospecha sobre una causa bacteriana, el pediatra indicará antibióticos como también reposo, hielo y analgésicos. Si es viral, entonces los antibióticos no están indicados y la mejoría será espontánea en más o menos una semana; para estos casos se recomienda reposo y, si presentan dolor, medicación analgésica.
  • Luego de la descripción de todos estos cuadros, es necesario aclarar que -sin importar la entidad de un caso agudo de bolsas- es imprescindible la consulta precoz. SUAT te informa que el pediatra, como primer recurso, deberá descartar la posibilidad de estar frente a una torsión testicular, ya que si no se trata en forma urgente llevará a la pérdida definitiva del testículo afectado.

    En nuestra próxima actualización también te podrás informar sobre los problemas genitales que afectan a las niñas.

    Dr. Rafael Decuadro

    Pediatra de SUAT

    Hablar en WhatsApp

    Utilizamos cookies para mejorar la experiencia del usuario en nuestra web. Si sigues utilizando este sitio asumiremos que estás de acuerdo. Visite nuestra Política de Cookies.
    También puedes consultar nuestra Política de Privacidad.
    Aceptar