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18.10.2010

Consejos médicos

El invierno y la hipertensión arterial

La tensión arterial es la presión de la sangre en el interior de las arterias; se trata de una de las tantas variables fisiológicas del organismo que cuenta con un complejo sistema regulador. La presión resulta de la cantidad de sangre que bombea el corazón por minuto y la resistencia al paso de este fluido, al igual que en una manguera donde circula agua.En condiciones de reposo el corazón hace circular entre cinco y ocho litros de sangre por minuto; en este caso la presión es de 120/80 mmHg. Ésta varía todo el tiempo porque se encuentra sujeta a las necesidades del organismo. Ante una simple actividad física o emoción que requiera mayor cantidad de oxígeno o nutrientes en un determinado órgano del cuerpo se duplica la cantidad de sangre bombeada por el corazón; a su vez, la presión aumenta pero no al doble porque la acción de los mecanismos reguladores dilatan las arterias y arteriolas -vasodilatación- del órgano que requiere más oxígeno y nutrientes, bajando con esto la resistencia al paso de la sangre. Estas variaciones son normales; por ende, es común que sea diferente la toma de la tensión arterial en distintos momentos del día y no debe ser motivo de preocupación.

Causas y diagnóstico

La presión arterial alta es una condición muy común que afecta a uno de cada cuatro adultos; aparece, generalmente, después de los 35 años de edad y sobre todo cuando existe antecedente familiar -ya sea uno o ambos padres-.

En la mayoría de los casos no se conocen las causas exactas de la hipertensión. Sin embargo, existen factores de riesgo, tales como: tabaquismo, sobrepeso, ingesta de comidas con mucha sal y grasa, consumo excesivo de alcohol, estrés y sedentarismo.

Hay que tener presente que para diagnosticar hipertensión arterial deben realizarse por lo menos tres tomas en distintos días y que todas den como resultado valores que estén encima de los aceptados como normales.

Uno de los métodos que ayuda a regular la presión arterial es la vasodilatación; es decir, el aumento del calibre de los vasos sanguíneos. Las personas que realizan ejercicio físico en forma habitual desarrollan este mecanismo y se aconseja implementarlo para mejorar el control de las cifras tensionales.

Descenso de la temperatura

Durante los meses de invierno la temperatura ambiente disminuye y produce en el organismo una reacción de vasoconstricción -estrechamiento transitorio de las arterias- para poder mantener la temperatura corporal en un ambiente frío, ya que así reduce la pérdida de calor.

En las personas con hipertensión arterial este mecanismo de protección puede ser causa de elevación de las cifras tensionales habituales. De esta manera, durante los meses de frío podría ser necesario en algunas personas hipertensas un ajuste en el tratamiento habitual.

Por otra parte, la exposición a bajas temperaturas puede producir en algunas arterias, como las coronarias que irrigan al corazón, los denominados espasmos coronarios que hasta llegan a ser causa de descenso transitorio de la cantidad de sangre que éstas transportan.

Se recomienda que en el transcurso de estos meses se tenga siempre al alcance de la mano un abrigo adecuado. Si la persona presenta una enfermedad vascular, en la medida de lo posible, tendrá que evitar la exposición al frío cuando las temperaturas son muy bajas al igual que las caminatas o el esfuerzo físico luego de las ingestas porque durante la digestión la cantidad de sangre que requiere el aparato digestivo es mayor.

SUAT recomienda poner en práctica estos consejos para evitar posibles inconvenientes y disfrutar también en los meses de invierno.

Dra. María Dutra

Médica de SUAT

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