La infección de la herida puede reducirse mediante el uso profiláctico de antibióticos, mientras que el desplazamiento del calvo y la subluxación de la prótesis -aunque son poco frecuentes- pueden determinar la necesidad de una segunda intervención.
Sin embargo, la complicación más frecuente es el estado confusional agudo que suele darse en pacientes muy añosos y con deterioro cognitivo previo; la instalación de un estado confusional empeora el pronóstico rehabilitador.
La trombosis venosa profunda puede aparecer hasta en el 30% de los casos y, habitualmente, en el miembro fracturado; este riesgo está disminuyendo ante los beneficios obtenidos a través de la anticoagulación profiláctica desde el diagnóstico de la fractura. Por otra parte, las úlceras por presión deben evitarse recurriendo a planes de cuidado que prevengan su aparición.
Por último, la evaluación médica y de enfermería -efectuada por un equipo especializado en geriatría- se lleva a cabo en forma periódica y sistemática en el postoperatorio, y ha demostrado ser útil para disminuir la aparición de las complicaciones ya mencionadas y reducir la mortalidad intrahospitalaria.
Rehabilitación funcional
La fractura de cadera impacta negativamente en el estado funcional del adulto mayor. Aproximadamente, el 30% de las personas con fractura de cadera regresa a su estado funcional previo, mientras que el 50% sufre un intenso deterioro de su capacidad funcional y el 20% restante es institucionalizado por dependencia severa. La mayor recuperación ocurre en los seis meses posteriores a la fractura.
Por otro lado, cabe mencionar que entre los factores que se asocian a una peor recuperación funcional se encuentran los siguientes: la edad avanzada, la situación funcional previa, la demencia, la presencia de estado confusional agudo en el postoperatorio, la aparición de complicaciones médicas durante la hospitalización y el escaso soporte social. Además, los tipos de fractura, anestesia o técnica quirúrgica tienen poco impacto en la evolución de la fractura, tanto en la recuperación funcional como en la mortalidad.
Control evolutivo y medidas preventivas
Es necesario llevar a cabo un seguimiento de la persona afectada durante su rehabilitación domiciliaria. La depresión es muy frecuente en el período de recuperación e impacta negativamente en la rehabilitación funcional, por lo cual el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado son imperativos.
Durante la recuperación surge el miedo a caerse o, incluso, el síndrome post caída -éste lleva a que la persona limite su actividad física-; ante esta realidad, se puede recurrir al apoyo psicológico y remitirla a un centro durante el día para que efectúe actividades de fisioterapia, terapia ocupacional y pueda socializar con otros individuos que estén viviendo situaciones similares.
Por otra parte, las medidas preventivas están dirigidas a disminuir los factores de riesgo anteriormente descritos: osteoporosis y caídas. Para obtener mayor información sobre estas dos temáticas, se debe ingresar a los siguientes links:
SUAT te acerca toda la información básica en relación con esta patología que genera importantes trastornos de salud. Al mismo tiempo, te recuerda que es necesario recurrir a un especialista para evacuar dudas y te invita a mantener un estilo de vida saludable.
Ver parte 1 de Fractura de cadera en el anciano http://www.suat.com.uy/consejo-medico/206-fractura-de-cadera-en-el-anciano-parte-1/
Dr. Oscar López
Médico de SUAT